Una saludable comezón, o un manual para sobrevivir en el medio cultural mexicano

Por Enrique Aguilar R.

Los miles de intelectuales, o aspirantes a ello, que año tras año engrosan las filas del mercado cultural en México, ya cuentan con una excelente y documentada guía para nadar en las agitadas y engañosas aguas de ese medio plagado de intrigas, hipocresía, valores entendidos, traiciones, amenazas y mala leche, pero también abundoso en becas, viajes,  premios, contratos, y puestos de trabajo para sí, y para todos los amigotes.

Ese manual de buenas y pertinentes maneras para pulular en el ámbito cultural de México  es el libro Una inquietud de amanecer: literatura y política en México, 1962-1987, de la doctora Patricia Cabrera López, editado en el 2006 por Plaza y Valdés, con un preciso prólogo de José Agustín, volumen que si no se ha convertido en best seller en ello acabará, una vez que supere, oh paradoja, la incultura, la desinformación, o el cotidiano ninguneo de nuestro mediocre medio cultural y académico.

Pero cabe decir que a este libro tal vez le vendría mejor el título de “Una saludable comezón: los impugnadores de los grupos, grupúsculos, capillas, cenáculos y mafias culturales, que al parecer irremediablemente siempre acaban en lo mismo que empezaron por criticar, cuando se logran enchufar a algún presupuesto”. Sé que por un título tan largo, los editores tal vez habrían puesto reparos, pero el mío es un encabezado que le hace más justicia al contenido de este volumen, y eso sin perder la referencia culta a la expresión de don Alfonso Reyes, que es de donde la doctora Cabrera  sacó el que le puso a este su texto en el que despliega su sabiduría y erudición como la investigadora universitaria, precisa y de altos vuelos, que ella es.

Para seguir analizando los “paratextos”, también se puede decir que el texto de la cuarta de forros “vende” mal a Una inquietud de amanecer, porque a la connotación romántica, o hasta urológica de esta expresión de don Ponchito Reyes –porque hay que recordar que las “inquietudes de amanecer”, también pueden hacer alusión a las ganas madrugadoras de ir al baño-, se le añade la de que es un tratado sobre la “narrativa literaria de izquierda”, siendo que en realidad, lo que la aguda y documentada visión de la doctora Cabrera deja ver, es que la inclinación política hacia lo izquierdoso, por parte de escritores, periodistas, intelectuales que vivieron a lo largo de los cinco lustros que ella analiza, no pasó de ser una intención o convicción superficial, o una moda, una pose y hasta una máscara conveniente, en el ánimo y las acciones rastreras o trepadoras, según el caso y la circunstancia, que utilizaron, y siguen utilizando, los individuos que con intenso afán buscaron y encontraron una chamba, un hueso, una forma de vivir o de medrar a costa del presupuesto cultural.

¿Lo anterior parece un juicio demasiado radical? Pues lo justifica la propia doctora Cabrera en su texto cuando en la página 61 afirma:

“Para los propósitos de esta investigación, el que varios de los autores […] hayan renegado del izquierdismo y, por tanto, de su obra con esa orientación no puede borrar de la historia cultural que, para emerger mostrándose sensibles a las circunstancias, aquéllos interactuaron en el campo literario identificándose con tal signo político –así lo hayan hecho por causas coyunturales o deleznables-.”

Digo que este libro de la doctora Cabrera es un manual, porque quien quiera integrarse al mercado cultural puede ver en él con detalle cómo se formaron y consolidaron los principales grupos como el de Fernando Benítez, en los suplementos “México en la Cultura” y “La cultura en México”, y después los de Octavio Paz, Carlos Monsiváis, Enrique Krauze y Héctor Aguilar Camín también a partir de revistas y suplementos. En este volumen se puede apreciar asimismo cómo se consolidó la carrera literaria de Carlos Fuentes, o cómo se encaminó Paz hacia el Premio Nobel, con todo y sus respectivas polémicas.

Sin embargo, en este libro no todo es contar éxitos de grillas y componendas, repartición de presupuestos y pasteles como si fueran botines, sino que también hay en él la descripción de cómo surgieron en el medio cultural y lograron sobrevivir, por encima de su aislamiento, escritores como José Agustín o Gustavo Sainz, o los esfuerzos de escritores que desde Toluca, Zacatecas o Monterrey, a través de revistas como TunAstral y Dosfilos, se impusieron al tarea de no dejarse avasallar por las instituciones, publicaciones y grupos de la ciudad de México.

La columna vertebral de este pormenorizado análisis del medio cultural y sus pleitos, grillas, zancadillas, ascensos y polémicas, es el recuento y análisis de la estancia de Carlos Monsiváis en el suplemento “La cultura en México” de la revista Siempre! Pero también se analiza el papel que jugaron –a veces mal, por su aislamiento- los escritores que se reunieron en torno a revistas como “Xilote”, “Mantí” y “Dosfilos”, o José Revueltas, René Avilés Fabila, Jorge Aguilar Mora y  Gerardo de la Torre.

Una historia que la doctora Cabrera también incluye en este provechoso análisis que más bien podría encuadrarse en el espacio de la cultura y la contracultura mexicanas en los cinco lustros que ahí se tocan, es la del papel de los talleres literarios que impulsó Miguel Donoso Pareja y mediante los cuales él regó discípulos por más de medio país. Ahí lo que hace falta es ubicar que atrás de ese trabajo estuvo Víctor Sandoval, quien desde la dirección de Promoción Nacional del INBA, y usando a las casas de la cultura, se convirtió en uno más de los caciques que ha tenido que padecer el medio cultural meshica.

En suma, Una inquietud de amanecer, es un excelente texto por medio del cual se puede aprender a administrar mejor el capital simbólico lo cual se aplica en particular en el medio cultural, intelectual, académico, pero que también se usa, y cómo no, en casi cualquier actividad. Lo que mal se aprende, y sólo de modo fragmentario, en charlas de café, en mesas de cantina, en sobremesas de intelectuales, en las parrandas posteriores a encuentros y coloquios, en este texto está explicado de modo académico e implícito, lo cual, eso es seguro, resulta  ilustrador y provechoso.

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