Para hablar de juventud, violencia y literatura en las aulas

Por Enrique Aguilar R.

Hoy se habla del problema de la violencia entre los jóvenes en las escuelas, y la mayoría de las veces que eso se hace en los medios de información el abordaje del fenómeno se queda en el nivel descriptivo. Se dice cuántas veces se suelen presentar este tipo de conflictos, en qué nivel educativo, cuál es el índice de incidencia, en qué estratos económico-culturales es más frecuente y a qué otros fenómenos está asociado como suele ser el caso de la violencia intrafamiliar, o el abuso de menores por parte de algún adulto, o la influencia en ello del contenido violento de algunas series de televisión o películas.

Para enfrentar el fenómeno de la violencia entre los adolescentes en las escuelas, sobre todo de secundaria y nivel medio superior –preparatorias, colegios de bachilleres, vocacionales y similares- se suele recurrir a la elaboración de materiales como periódicos murales, trípticos y a la organización de conferencias por parte de trabajadores sociales y en algunos casos psicólogos y psicoterapeutas.

Todo eso está bien. Ya es un avance el reconocer que el problema de los abusos y agresiones verbales y físicas entre los adolescentes existe y es un problema real, concreto y evidente.

En cuanto a este tipo de conflictos, a partir de la lectura de mi novela Sin permiso (México, Océano, 1996), desde que ese texto se publicó por primera vez, y hasta la fecha he impartido múltiples conferencias tanto en secundarias, preparatorias y universidades, para hablar tanto de la violencia en sí,  porque en la trama de esa narración está presente esa problemática, ya que Ulises, el jovencito protagonista de ese libro cuenta en forma de exabruptos sus pleitos en la secundaria, además de sus primeros encuentros amorosos y sexuales, y los conflictos con alguna maestra autoritaria e incomprensiva o con la propia madre de su novia Blanca María Patricia.

Al hacer eso lo que he notado es que las y los adolescentes que han visto tratadas en forma literaria tanto aventuras como problemas similares a los que ellos siguen enfrentando en su vida cotidiana, les permite por un lado reconocer que tanto sus inquietudes como sus conflictos no son sólo producto de otra época y otro espacio, como es el de la novela, sino que siguen vigentes.

A su vez, la referencia literaria les permite reflexionar sobre las causas de los conflictos e incluso elaborar algunas estrategias para enfrentarlos de mejor manera que los personajes literarios, ya que éstos por un lado disfrutan el lado placentero de sus acciones, pero también se ven inmersos en conflictos mayores como lo son el suicidio, o intento de suicidio de Ulises y el aborto de Blanca María Patricia, más la ruptura definitiva de su relación amorosa.

Al final de esas charlas y conferencias lo que también me ha tocado observar es que en todas se produce una experiencia catártica, porque a través de la mediación, en este caso de un texto literario, las y los alumnos consiguen hablar, tocar públicamente estos temas de manera tranquila pero seria a la vez y en esa atmósfera de comprensión dejan salir sus dudas.

Estas actividades también le han servido a

Novela de formación

mis colegas profesores –y esto lo sé por los comentarios que ellos me han hecho de manera tanto previa como posterior a las charlas y conferencias- para abordar los temas de la agresividad entre los jóvenes, el abuso, el embarazo no deseado o los conflictos intergeneracionales, los cuales en la mayoría de los casos en el aula cuesta trabajo tocar, tanto porque los alumnos se niegan a hablar de ellos, como porque los profesores no encuentran pretextos menos rígidos o esquemáticos que los que por lo general se plantean en los libros de texto.

enrique_aguilar_1@hotmail.com

comentarios
  1. Leo Reye dice:

    me podria conseguir un libro

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